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Muy a menudo las personas que consultan me preguntan como distinguir la necesidad de una intervención energética. En general una intervención energética es útil en cualquier minuto y situación, pero lo es en especial medida cuando se dan ciertas situaciones específicas:
Cuando las circunstancias se han estancado, las situaciones, relaciones, procesos o emprendimientos se ven súbitamente detenidos o imposibilitados de emprender el rumbo deseado.
Cuando en un ambiente se experimentan sucesos o sensaciones desagradables que contrastan con lo vivido en otros espacios. En la intervención se establece el origen y se planifica una solución para ese espacio.
Cuando el curso de la vida de una persona se ve interrumpido abruptamente sin haber motivos evidentes, alterándose de un momento a otro y pasando casi sin dar tiempo de notarle de una situación de vida a otra menos deseable.
Cuando notamos que sin motivo evidente una persona ha cambiado pasando de su estado natural a una posición de apagamiento y cansancio, con mirada evasiva y vacía.
Cuando experimentamos el desbalance en nosotros mismos.
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