No hay nada más terrible que verse atrapado en una situación dolorosa a la que se esta negado a renunciar. En momentos dificiles como este terrible terremoto que hemos sobrevivido como país, me resuelvo a instar a todos y cada uno de quienes leen mis lineas a reevaluar sus opciones. Hoy más que nunca notamos lo frágil de nuestra existencia, y lo delicado que es el equilibrio que mantiene el mundo en que vivimos. No mantengamos ataduras fútiles, recordemos que el tiempo es precioso y valoremos nuestras posibilidades para hacer de nuestra vida lo mejor posible, el excesivo apego a lo material, a ideas vanas o a nuestro ego nos puede hacer perseverar en cosas sin alma, que se derrumban ante nuestros ojos de un momento a otro. Valoremos la vida y enfoquemonos en lo que realmente importa.
